Jaime Román Alvarado: «La misión es ser una locomotora, una institución que tire del desarrollo de los farmacéuticos»

En un momento en que la sanidad afronta transformaciones profundas —más digital, más colaborativa y cada vez más centrada en la prevención—, el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla se reivindica como un actor clave para impulsar el desarrollo de la profesión y su proyección social. Su presidente, Jaime Román Alvarado, lo resume con una metáfora que utiliza con frecuencia: «La misión de un colegio profesional es ser una locomotora, una institución que tire del desarrollo de los farmacéuticos». Para él, esa idea no es abstracta, sino un compromiso diario que se traduce en proyectos, programas formativos y una firme apuesta por situar a la farmacia en el centro del bienestar comunitario.

Román, al frente de la Junta de Gobierno desde hace dos años, explica que el Colegio actúa como punto de encuentro de todas las modalidades de ejercicio —hospitalaria, salud pública, docencia, análisis clínicos, administración—, pero incide especialmente en el papel de la farmacia comunitaria como actividad profesional mayoritaria entre los colegiados. «Nuestros programas de formación están diseñados para mejorar la práctica diaria, una formación en vida real», señala. Esta capacitación, afirma, solo tiene sentido desde un enfoque multidisciplinar: «El farmacéutico no puede ser un profesional sanitario aislado; debe relacionarse con médicos, enfermeros y otros agentes de salud. Todos nuestros proyectos van orientados a mejorar la salud de las personas».

Acompañar a los nuevos farmacéuticos: el reto de una generación con nuevas miradas

Entre las prioridades del Colegio figura el apoyo a los más jóvenes, inmersos en un contexto laboral y social cambiante. Este relevo generacional requiere, según Román, nuevas formas de escucha y de implicación institucional. «Las nuevas generaciones tienen otra visión y debemos abrirnos a ella», afirma. En este marco surge Farma Joven, un proyecto dirigido a colegiados menores de 30 años que busca comprender sus inquietudes y ofrecerles espacios de encuentro.

Cada dos semanas se celebran coloquios y, de forma anual, encuentros donde se trabaja la idea de comunidad profesional. «En esta profesión se valora muchísimo compartir experiencias. Queremos que entiendan cuál es la misión del farmacéutico en la sociedad y que vean al Colegio como algo que les aporta y acompaña», explica Román.

NUMA Plus, Salud Diferencial de la Mujer y una farmacia más integrada en Atención Primaria

2025 está siendo un año decisivo para la implementación de proyectos estratégicos impulsados por el Colegio. Entre ellos destaca NUMA Plus, desarrollado junto a la Consejería de Salud, el Servicio Andaluz de Salud, el 061, la Universidad de Sevilla y una red de farmacias del Algarve portugués. Se trata de un programa pionero que refuerza el papel asistencial de las farmacias mediante tres líneas de acción.

La primera consiste en la instalación de desfibriladores en 120 farmacias de Sevilla y su provincia —además de iniciativas paralelas en Córdoba, Huelva y Cádiz—. «Ante una urgencia, la farmacia cercana puede marcar la diferencia: una vida se salva si encuentras al profesional adecuado y un desfibrilador a tiempo», afirma.

La segunda está orientada a residencias sociosanitarias, donde los farmacéuticos colaboran en la optimización de la farmacoterapia de los residentes, un aspecto crucial para mejorar la precisión y seguridad de los tratamientos. Y la tercera introduce un cribado de fibrilación auricular en mayores de 65 años, utilizando dispositivos validados y una vía directa de comunicación con profesionales médicos. «La farmacia es un lugar ideal para detectar alteraciones del ritmo cardiaco y derivar rápidamente cuando es necesario», explica Román.

Otro de los proyectos que están cobrando impulso es Salud Diferencial de la Mujer, realizado en colaboración con el Instituto Andaluz de la Mujer. Desde las 870 farmacias de Sevilla capital y provincia se imparten seminarios para informar sobre la distinta expresión de enfermedades como el infarto en mujeres, lo que frecuentemente provoca retrasos en el diagnóstico. «Queremos que eso cambie. La mujer tiene una sintomatología singular y hay que visibilizarla para que se detecte a tiempo», subraya el presidente.

La tercera gran línea es la mejora de la comunicación y coordinación con Atención Primaria. El Colegio trabaja junto a los cuatro grandes distritos de Sevilla, directores de unidades de gestión clínica y profesionales de centros de salud en sesiones conjuntas que buscan una mayor colaboración. «La clave es cómo podemos ayudarnos para mejorar la accesibilidad del paciente a su medicación y los resultados en salud. El sistema sanitario necesita colaboradores, y los farmacéuticos queremos ser esos colaboradores», recalca Román.

La profesión ante el futuro

El proceso de digitalización de la sanidad abre nuevas oportunidades para los farmacéuticos, que Román considera esenciales en el modelo sanitario del futuro. «La farmacia debe estar conectada digitalmente con Atención Primaria. Una comunicación bidireccional, fluida y útil va a mejorar nuestra labor profesional», afirma. Añade que herramientas como la inteligencia artificial pueden convertirse en aliadas para la toma de decisiones clínicas.

Y a quienes están dando sus primeros pasos en la profesión el presidente les envía un mensaje que resume su visión: «Desarrollaos en un entorno multidisciplinar y asumid responsabilidades en la salud de las personas a través de la herramienta terapéutica más utilizada, que es el medicamento. La misión del farmacéutico es mejorar la salud a través del binomio médico–paciente. Ese debe ser el eje de vuestro crecimiento».

Contenido publicado en ABC de Sevilla

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