En estas últimas semanas hemos oído hablar mucho sobre una tal Listeria. ¿Quién es esta bacteria? ¿Cómo se transmite? ¿Qué síntomas produce? ¿Qué grupos de riesgo son los más susceptibles? Y lo más importante: ¿cómo podemos prevenirla? Os damos las claves para ello en el post de esta semana.

«He oído en los medios de comunicación de una alerta sanitaria sobre listeriosis, quisiera saber algo más sobre el agente que la produce”

Está causada por el bacilo Gram positivo Listeria monocytogenes; esta bacteria tiene unas características de resistencia a temperaturas de refrigeración (2-4°C), lo cual hace especialmente fácil su desarrollo en alimentos.

«¿Se transmite entre humanos? ¿Es contagiosa?»

Debido a las características antes descritas, la vía alimentaria es la más frecuente por la que el ser humano adquiere la infección.
Los alimentos implicados y más fácilmente susceptibles de ser infectados son: leche cruda y quesos blandos no pasteurizadosverduras contaminadas almacenadas previamente durante periodos largos; conservas/ahumadoscarne de pollo/pavo/cerdopatés, salchichas, embutidos; alimentos precocinados; sobras de alimentos. La vía alimentaria es la más frecuente por la que el ser humano adquiere la infección.
La transmisión entre humanos no es posible, tiene que ser ingerido el agente patógeno (solamente podríamos incluir en este grupo la transmisión vertical de madre a hijo).

«Me han dicho que al estar embarazada tengo más riesgo de padecer la enfermedad, ¿es esto cierto?”

Se sabe que puede darse la transmisión vertical de madre a hijo; suele producirse en el tercer trimestre del embarazo (cuadro pseudogripal). Es muy poco frecuente la muerte de la gestante. Si no hay tratamiento, se produce una inflamación del líquido amniótico e infección fetal provocando meningitis, septicemia o muerte fetal. Su diagnóstico tardío puede producir granulomatosis infantiséptica llegando a provocar abortos.

«A partir de contraer la infección ¿cuántos días tardaré en presentar síntomas?»

El tiempo de incubación es variable y los síntomas se presentan entre una y cuatro semanas después de haber consumido alimentos contaminados (en algunos casos se pueden presentar síntomas hasta 70 días después de la exposición).

“Estoy en tratamiento oncológico y creo que tengo mayor riesgo de padecer la enfermedad”

Efectivamente, los pacientes inmunodeprimidos, junto con embarazadas, sujetos mayores de 65 años y recién nacidos tienen mayor dificultad en la recuperación y sus exacerbaciones pueden llevarles a complicaciones de su estado de salud.

¿Tiene tratamiento? ¿O solamente se tratan los síntomas?

El tratamiento de elección son los antibióticos vía oral (penicilina, ampicilina). En contactos sólo es necesaria la vigilancia clínica.
En embarazadas se realiza un examen obstétrico minucioso desde el momento en el que la paciente refiere haber consumido el alimento contaminado y el tratamiento con antibióticos se realizará en un Centro Sanitario con administración vía intravenosa.

“Quisiera saber algo más sobre la profilaxis de la listeriosis”

Estas son las medidas fundamentales para evitar la infección y propagación de la listeriosis:
1. Evitar consumir quesos y derivados lácteos sin pasteurizar.
2. Lavar frutas y verduras de consumo en crudo o poco cocinado antes de su consumo.
3. Desinfectar las superficies de utensilios en uso en contacto con alimentos, no compartirlos para alimentos crudos y cocinados.
4. Frutas, verduras, carnes, pescados y ahumados no deben mantenerse demasiado tiempo en refrigeración (4°C 3 días, 8°C 24 horas).
5. Asegurar la adecuada cocción de los alimentos si no van a consumirse inmediatamente.
6. Revisar las fechas de caducidad en precocinados y alimentos listos para el consumo.

“Pautas para inmunodeprimidos y embarazadas en sus rutinas de alimentación”

Deben evitar consumir carnes, pescados, verduras y ahumados poco cocinados; productos sin pasteurizar, así como calentar a 74°C o hasta que hiervan, las sobras de comida ya preparadas conservadas en el frigorífico.
Desde la farmacia podemos informaros y plantearos cuestiones como las siguientes: informar sobre la enfermedad, haciendo hincapié en la profilaxis para evitar la infección así como en buenas prácticas de alimentación y cocinado de los alimentos (ver punto de recomendaciones); preguntar la posibilidad de haber consumido alimentos contaminados por la relación de los síntomas que se nos puedan referir en el mostrador (recordamos también que en época estival son frecuentes las gastroenteritis, las cuales, en aquellos casos de ausencia de ingesta de alimentos contaminados, no deben confundirse con infección por listeria).
Trabajar en colaboración con otros profesionales sanitarios para una completa asistencia sanitaria es fundamental para el bienestar de nuestros pacientes así que no lo dudes y ¡¡acude a tu farmacia!!

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Farmacéutica. Vocal de Nutrición y Salud Alimentaria del COF Sevilla