En un post anterior hablamos sobre la insuficiencia venosa y las medias de compresión como el tratamiento más eficaz que podemos efectuar en casa. Esta semana vemos de forma práctica cómo elegir la media adecuada y te damos algunos trucos para facilitar su colocación.

¿Quién debe usar medias de compresión?

Están indicadas en personas con insuficiencia venosa. Como ya comentamos en nuestro post sobre piernas cansadas, la insuficiencia venosa ocurre cuando las válvulas del interior de las venas no funcionan adecuadamente y la sangre vuelve al corazón con dificultad, acumulándose en los miembros inferiores por acción de la gravedad.
Para remediarlo, las medias de compresión (o medias elásticas terapéuticas) ejercen una presión controlada y decreciente desde el tobillo hacia la parte superior de la pierna. Es decir, la presión es máxima en el tobillo y va disminuyendo a medida que la media asciende hacia el muslo. Esto empuja la sangre hacia arriba y ayuda a prevenir el edema o hinchazón y, dentro de lo posible, la trombosis venosa.

¿Qué media elegir?

Según su grado de compresión, las medias se clasifican en compresión ligeranormalfuerte o muy fuerteYa vimos  en qué casos se deben utilizar unas u otras: recuerda que las de compresión ligera se emplean cuando hay sensación leve de pesadez o cansancio en las piernas, y las demás deben ser prescritas por un profesional sanitario según la gravedad de la patología.
En cuanto a la altura de la media, siempre debe quedar por encima de la zona afectada de la pierna. Esto también debe ser valorado por el médico o enfermero/a. Hay 4 tipos:
  • Media corta A-D: llega hasta por debajo de la rodilla.
  • Media larga A-F: hasta la mitad del muslo.
  • Media larga A-G: hasta la raíz del muslo y se sujeta mediante una cinturilla.
  • Panty: hasta la cintura. Puede ser para una pierna o para las dos.
Debes saber que las medias cada vez son más estéticas y menos “ortopédicas”, así que hay más variedad para elegir: tejidos más o menos finos, distintos colores (blanco, negro, varios tonos de beige) y formas (con o sin blonda, con puntera o sin ella, etc.). Pregunta en tu farmacia u ortopedia las diferentes opciones.

¿Cuál es mi talla?

El momento ideal para realizar la medición es por la mañana al levantarse o, al menos, tras haber estado unos 20 minutos con las piernas elevadas, para que no estén hinchados los tobillos.
Las medidas se toman en posición de pie, así que mejor si te lo hace otra persona, por ejemplo en tu farmacia. Normalmente es suficiente con 2 medidas para las medias cortas (en la parte más delgada del tobillo y contorno de la pantorrilla por su parte más ancha) y una medida adicional para las medias largas, a la altura de la mitad del muslo.
El envase de las medias suele llevar impresa una tabla con la equivalencia de las medidas en centímetros y las tallas correspondientes. Si te encuentras entre dos tallas, elige la superior.

¿Cuál es la mejor forma de ponerse las medias de compresión? Técnica y trucos

El problema de estas medias es que son difíciles de poner, sobre todo las de compresión fuerte, y más si tenemos en cuenta que la mayoría de los pacientes que las necesitan son personas mayores con movilidad reducida.
Las medias siempre se deben poner por la mañana, nada más levantarse, y se quitan por la noche. Puedes aplicar polvos de talco sobre la piel para que esté bien seca y las medias se deslicen mejor. Otro truco es utilizar guantes de goma. Por otra parte, cuidado con los anillos y las uñas largas pueden estropear nuestras medias.
Vamos con la técnica:
  • En primer lugar, dale la vuelta a la media.
  • Con la media del revés, introduce un poco la puntera con los pulgares y mete los dedos del pie. Enrolla la media.
  • Ve deslizando la media sobre sí misma, cubriendo el pie en dirección al talón, y ajústalo. Esta es la parte más difícil.
  • Una vez que el talón está en su sitio, sigue subiendo la media por la pantorrilla y, en su caso, el muslo, y estírala bien por todos lados para eliminar las arrugas. Ya lo tienes.
Si te resulta muy difícil, existen unos artilugios llamados «ponemedias» o «ponecalcetines», calzadores especiales de diversos grados de sofisticación que te facilitarán enormemente la tarea. Son muy útiles, sobre todo, para personas mayores. Pregunta por ellos en tu farmacia u ortopedia.
Notarás cómo mejora tu circulación desde el primer día. Por la noche, quítate las medias y lávalas.

¿Cómo alargar la vida útil de las medias?

Aunque están hechas para durar, hay algunos aspectos que podemos cuidar para tener las medias en buenas condiciones durante más tiempo:
  • El lavado debe hacerse a mano, con agua templada (como mucho a 40ºC) y jabón para prendas delicadas. Aclara bien para que no quede jabón.
  • Escurre sin retorcer, por ejemplo con ayuda de una toalla.
  • Deja secar al aire y lejos de fuente de calor. La media recuperará su compresión.
  • Lo mejor es tener dos pares e ir intercambiándolos.

¿Quién NO debe usar medias de compresión?

Las medias también tienen contraindicaciones: no deben usarlas personas con úlceras agudas, dermatitis, eczemas extensos, arteriopatías graves, isquemia o trombosis profundas.
Hasta aquí el post de esta semana, y recuerda que en tu farmacia te podrán asesorar sobre el uso correcto de estos productos sanitarios.

Autor/es

+ posts

FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla