Cuando nos hablan de una nueva vacuna que puede evitar enfermedades muy graves en nuestros hijos, corremos a vacunarlos. Sin embargo, cuando se trata de nuestros mayores o de nosotros mismos, la vacunación pasa a un segundo plano. ¿Por qué no dudamos en invertir tiempo y dinero (en los casos en los que la vacuna no está financiada) en proteger a nuestros niños, y no hacemos lo mismo con nuestros mayores? En este artículo te explicamos qué vacunas existen para los adultos y por qué es tan importante vacunarlos.

Gripe

Es la vacuna más conocida entre las indicadas para adultos. Aunque todos los otoños se lanza una campaña para concienciar a la población de sus beneficios, lo cierto es que las coberturas vacunales dejan mucho que desear.
La gripe afecta a una media del 10-15% de la población a cualquier edad, es decir, es una enfermedad muy frecuente.
La vacunación de niños, profesionales sanitarios y grupos de riesgo es fundamental para, por una parte prevenir la propagación en los dos primeros casos, y por supuesto para prevenir la enfermedad de forma directa en los tres grupos.
Que el profesional sanitario que te atiende esté vacunado de la gripe o no te dará una idea de cómo de comprometido está con la protección de la salud de sus pacientes.
La vacuna está financiada en determinados grupos de riesgo, acude a tu médico para que te la prescriba.

Neumonía

La neumonía no es un resfriado mal curado, provoca cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Se estima que cada hora muere una persona por esta enfermedad y cuatro son ingresadas. Es la primera causa de muerte en el mundo prevenible con una vacuna.
Todos los adultos estamos en riesgo de padecer esta enfermedad, así que la vacunación es una medida de prevención estupenda para la población en general, pero si el paciente tiene más de 65 años o una enfermedad de base como diabetes, problemas de corazón, patologías respiratorias o en general cualquier inmunodeficiencia, o simplemente fuma, el riesgo de complicaciones graves se multiplica exponencialmente.
Protege a tus padres y pregunta al médico. En algunos casos la vacuna está financiada.

Cáncer de cuello de útero, pene, ano y orofaringe

Dentro de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes, el virus del papiloma humano es el responsable de los condilomas acuminados o verrugas genitales y de lo que es peor, del cáncer de cuello de útero, pene, ano y orofaringe.
La tasa global de infeccion por papilomavirus en mujeres de 18 a 65 años es del 14%, convirtiéndose así en el 2º cáncer más frecuente en mujeres jóvenes.
En Andalucía la vacuna está financiada en niñas de 12 años (que cursan 6º de primaria). Aunque lo ideal es vacunar antes de empezar a tener relaciones sexuales, es beneficiosa en todos los individuos adultos porque, aunque ya hayan tenido relaciones, la vacuna protege frente a futuros contagios.

Tosferina

La tosferina es una enfermedad que se padece de forma prácticamente imperceptible en el adulto, pero que en los lactantes tiene una alta tasa de complicaciones y muerte. El momento en el que hay más peligro de contagio es, desde que nacen hasta que, tras la segunda dosis de vacuna (a los 4 meses), los bebés empiezan a producir suficientes anticuerpos para protegerse frente a la enfermedad.
Para evitar este riesgo, vacunamos a la embarazada en el tercer trimestre del embarazo (financiada en Andalucía en estos casos). Más concretamente entre las semanas 28 y 32, aunque se puede vacunar hasta la semana 34. La madre transmitirá a través de la placenta anticuerpos al feto, que lo protegerán hasta que lo haga su propia vacunación.
Como ves, la vacunación no es sólo cosa de niños. Pregunta en tu farmacia si tienes dudas o quieres profundizar en algún tema en concreto. Potege a tus familiares con enfermedades de base, embarazadas y sobre todo a tus mayores, a los que una vacuna puede proporcionar más años y mejor calidad de vida.

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Farmacéutica. Desarrollo de Proyectos Profesionales y Relaciones Institucionales del COF Sevilla.