Si eres diabético y utilizas insulina puede que te hagas o te hayas hecho en alguna ocasión preguntas sobre cómo utilizar esa especie de bolígrafo (llamado pluma) en el que viene incluida. ¿Te interesa? Sigue leyendo…

La insulina es un medicamento biológico muy delicado y que hay que administrar con mucha precisión para poder controlar de forma adecuada el nivel de azúcar de nuestra sangre. Un mal uso de estos medicamentos (por error en la administración, por no saber manejar la pluma o por lo que sea…) puede llevarnos a sufrir una serie de problemas que nos ahorraríamos si ponemos en práctica lo que te explicamos a continuación:
1. No guardes la pluma que estás usando en la nevera: solo deben estar conservadas en frío las plumas que no están en uso. La que estés usando en ese momento debes conservarla fuera, ya que así te dolerá menos en el momento de la inyección, teniendo en cuenta que hay que tenerla alejada de una fuente directa de calor y luz.
2. Transcurridos 28 días debes tirar la pluma aunque todavía quede insulina en ella, ya que pasado ese tiempo no se asegura que sea efectiva. Te recordamos que la pluma no debes tirarla a la basura, sino al Punto SIGRE de tu farmacia por ser un medicamento.
3. La aguja hay que cambiarla cada vez que nos pinchamos, es decir, es de UN SOLO USO. Aunque no nos demos cuenta a simple vista, esa aguja se va deteriorando con cada uso y va a haciendo daño a la zona de inyección, además de que existe el riesgo de contaminación del producto.
4. Si utilizas más de un tipo de insulina es fundamental que te asegures bien de cuál es la que tienes que utilizar en cada ocasión, ya que tienen aspecto muy parecido y puede ser fácil confundirse.
5. Si tu insulina tiene aspecto turbio, se trata de una insulina  tipo “mezcla” o bien NPH. Si es así, debes homogeneizarla antes de administrar pero sin agitarla, por ejemplo haciéndola rodar entre las manos unas 20 veces.
6. Cada vez que se administre una dosis de insulina es necesario purgar la aguja para ver que todo funciona correctamente. Para ello selecciona un par de unidades y poniendo la pluma hacia arriba pulsa el botón de inyección hasta que vuelva a aparecer el cero en el visor de dosis, de modo que salga una gota de insulina. Si no saliera, repite la operación, y si tampoco saliera habría que cambiar la aguja y volverlo a intentar. Si todo falla puede que haya entonces un defecto en la pluma.
7. En relación a cómo inyectarse la insulina, sigue siempre la técnica aconsejada por tu médico, y ten en cuenta que si te aconsejó que te cogieras un pliegue no debes soltarlo hasta que hayas inyectado la totalidad de la dosis.
8. Es importante no pincharse siempre en el mismo lugar, ya que puede producirse una lipodistrofia (alteraciones del tejido graso). Por ello se debe ir rotando dentro de la misma zona de inyección con la precaución de utilizar la misma región en la misma hora del día.
9. Si vas a viajar no olvides llevar las plumas que no estés usando en una bolsa isotérmica con placas de frío; y si el viaje es en aviónnunca las factures con el equipaje ya que podrían congelarse y entonces habría que desecharlas.
Estos son solo unas pocas indicaciones sobre el uso de plumas de insulina. Pero ya sabes que si tienes dudas sobre estas u otras cuestiones relacionadas con ellas puedes acudir a tu farmacia habitual. Allí estarán encantados de explicarte todo lo que necesites saber para manejarlas de forma correcta. Además si te apetece puedes ver este vídeo de nuestro canal de YouTube:

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