Seguro que últimamente has escuchado hablar sobre algo nuevo en las farmacias para evitar que puedan llegar a los pacientes medicamentos falsificados. Efectivamente, recientemente se ha implantado en todas las farmacias a nivel nacional un sistema de verificación de medicamentos (SEVeM), con el fin de cumplir con una serie de normativas que se ha publicado a nivel europeo.

La primera duda que os asaltará será… ¿pero acaso llegan a nuestras manos medicamentos falsificados? Pues la respuesta es NO. Al menos en España, gracias al modelo actual de farmacia, la entrada de medicamentos falsificados  no supone un problema real, pero se ha estimado oportuno, como es lógico, sumarnos a este proyecto europeo en pro, como siempre, del beneficio del paciente.
El pistoletazo de salida para todas las farmacias fue el día 9 de febrero de 2019; desde ese día, tenemos 5 años para que la implantación de SEVeM se de por concluida, aunque desde este mismo día es obligatoria la verificación de algunos medicamentos.
Cuando acudáis a vuestra farmacia a recoger medicamentos, en algunas ocasiones podréis observar que vuestro farmacéutico se detiene algo más con algunos de ellos. Seguramente sea porque ese medicamento requiera ser verificado, y para ello el farmacéutico tendrá que hacer una inspección visual del mismo así como leer con el escáner un código BIDI único para ese envase de ese medicamento en concreto. Si todo está correcto, el medicamento se considera apto y podrá ser dispensado, pero si la inspección visual o la lectura del código apunta a que el medicamento ha podido sufrir algún tipo de manipulación, ese medicamento no podrá ser dispensado y quedará en poder de la farmacia para su posterior tratamiento y gestión.
No todos los medicamentos van a requerir ser verificados; sólo tendrán que pasar por este sistema aquellos medicamentos de uso humano recogidos en una lista suministrada por la autoridad competente. Los medicamentos que las autoridades estimen que tienen que ser verificados  tendrán que tener incorporados 2 tipos de dispositivos de seguridad:
  • Un dispositivo antimanipulación, que permita con la inspección visual determinar que el medicamento no ha sido manipulado. El fabricante va a añadir un sello, precinto o cualquier otro sistema que impida la apertura del embalaje exterior.
  • Un código único para ese envase tipo BIDI, que será verificado para determinar que es apto para la dispensación; en el acto de dispensación, ese código será desactivado, de forma que no podrá volver a ser dispensado de nuevo.
Una vez más, la farmacia española se presenta como una red de farmacias unidas que realiza un trabajo conjunto, todas a una, para el beneficio último y prioritario del paciente, coordinado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, así como por los Colegios Farmacéuticos provinciales.

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FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla