Las personas con diabetes deben prestar especial atención a sus pies. Tanto si es tu caso como si eres cuidador/a de alguien que la padezca, te interesan los consejos que traemos en el post de esta semana.

La diabetes puede afectar a los pies por 2 mecanismos:
  • Daño neurológico: los elevados niveles de azúcar en sangre durante un tiempo prolongado pueden causar daños en los nervios, reduciendo la sensibilidad de los pies y las manos. Se puede sentir ardor, hormigueo o entumecimiento. Por esto, es más difícil detectar si los zapatos están provocando ampollas, si se ha producido un corte o si el agua está demasiado caliente, por ejemplo.
  • Daño vascular: el flujo de sangre a los pies también puede verse disminuido a causa de la diabetes. Esto hace que sea más difícil curar una herida o una infección.
Por tanto, al hecho de la sensibilidad reducida al dolor se une la dificultad de curación de las heridas (formación de úlceras que no se cierran) y la mayor tendencia de las infecciones a hacerse crónicas. Todo este proceso puede tener como consecuencia la necesidad de amputación del pie o, incluso, la pierna afectada, por eso es tan importante el cuidado de los pies en las personas diabéticas.Como casi siempre, la prevención es fundamental para evitar males mayores y es muy fácil de llevar a cabo. Para ayudarte con esta tarea, te ofrecemos estos 10 sencillos consejos:
1. Revisa tus pies diariamente
Busca rozaduras o ampollas, pequeños cortes, piel cuarteada o enrojecida, hematomas o cualquier otro daño. Si no puedes hacerlo solo/a, pide a alguien que te ayude.

2. Realiza una higiene correcta

Debe hacerse con agua tibia (como para el baño de un bebé), nunca caliente. Podrías quemarte sin darte cuenta. Seca con pequeños toques, sin frotar, con la toalla.

3.  Hidrata los pies con cuidado
Evita poner crema entre los dedos para evitar infecciones por hongos debido a la humedad.
Puede ser cualquier crema hidratante, pero es importante que no contenga ácido salicílico, por la razón que veremos más abajo. En la farmacia te podrán recomendar la más adecuada; incluso las hay especiales para el pie diabético.
4. No cortes los callos y las durezas en casa
Podrías hacerte heridas importantes. Las cremas y parches para eliminar las durezas que contienen ácido salicílico tampoco deben utilizarse porque, debido a la disminución de la sensibilidad de la piel, en caso de eliminación excesiva de las capas superficiales no se notaría el dolor y podría dañarse irreversiblemente.
Lo mismo se aplica a los productos antiverrugas.
5. Nada de mantas eléctricas ni bolsas de agua caliente
Por el mismo motivo, si estuvieran excesivamente calientes tampoco te darías cuenta y podrías quemarte.
6. Utiliza calcetines y medias adecuados
No deben quedar muy apretados para evitar la disminución del flujo sanguíneo hacia los pies. Igualmente, es mejor que sean finos.
7. Elige bien tus zapatos
Tienen que ser amplios y no hacer presión sobre la zona de los dedos, especialmente. Revísalos en busca de piedrecitas antes de ponértelos. No deberías andar nunca descalzo ni con sandalias para evitar rasguños y pinchazos.
8. ¡No fumes!
El hábito de fumar disminuye el flujo de sangre a las extremidades. Otro motivo para dejarlo 😉
9. Acude regularmente a revisión por un profesional
El podólogo es el especialista del cuidado de los pies, y también puedes recurrir a tu médico de cabecera.
10. Controla tu diabetes 
Por último, es fundamental un correcto control de la enfermedad para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los límites recomendados. Esto disminuirá el daño neurológico y vascular y la probabilidad de complicaciones.

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