Para algunas personas (entre las que me incluyo), los mosquitos pueden ser la pesadilla del verano. Las altas temperaturas, unidas a que pasamos más tiempo al aire libre y con la piel más descubierta, aumentan las probabilidades de sufrir las picaduras de estos insectos. Si eres un imán para los mosquitos y quieres saber cómo puedes remediar sus picotazos, sigue leyendo el post de esta semana.

Tras la picadura de un mosquito, aparece en la piel una roncha o habón, que no es más que una reacción inflamatoria local como respuesta a la saliva del mosquito y que produce mucho picor pero que, normalmente, no reviste más importancia.
Sin embargo, algunas personas desarrollan una reacción alérgica a la picadura de los mosquitos (llamada síndrome de skeeter o urticaria papular) que se manifiesta como una inflamación exagerada, enrojecimiento, elevación de la temperatura, celulitis y dolor en las horas siguientes a la picadura y que se prolonga durante días. Aunque la reacción puede ser espectacular y muy molesta, no es peligrosa para la vida. Esta alergia es más frecuente en niños pequeños y puede desaparecer (o no) con la edad; incluso se puede ser alérgico a unas especies de mosquito y a otras no.

No sin mi repelente

Sobre todo si nos encontramos en el grupo de personas hipersensibles, deberemos ser especialmente cuidadosos con la prevención de las picaduras. Dentro de casa, nuestros aliados serán las mosquiteras, los insecticidas y demás dispositivos que ahuyenten a los mosquitos mientras que, para el exterior, contamos con repelentes muy efectivos que se aplican sobre la piel, como DEET, icaridina, IR3535, citrodiol o citronela (este último con menor duración de la acción y algo menos efectivo). No nos extenderemos más aquí porque ya los tratamos en el post sobre el virus Zika y los repelentes de mosquitos; consulta en tu farmacia cuál es el que se ajusta mejor a tus necesidades.

Y ¿si ya me han picado?

Las picaduras, tanto en pacientes alérgicos como en los que no lo son, se tratan para reducir la intensidad y la duración de la reacción. Lógicamente, si la persona tiene esta hipersensibilidad se beneficiará más del tratamiento con medicamentos, mientras que en los demás casos será suficiente con aliviar el molesto picor.
  • En primer lugar, puede ser muy efectivo el empleo de un antihistamínico oral, sobre todo si nos damos cuenta pronto de la picadura. Algunos pueden adquirirse sin receta médica en la farmacia, o bien puedes acudir a tu médico para que te prescriba uno.
  • Por vía tópica, se pueden aplicar cremas con corticoides de baja potencia, que también reducirán la inflamación y el picor. Algunas de estas cremas, como por ejemplo la hidrocortisona al 0,5-1%, no necesitan receta médica. Se aplica una pequeña cantidad, 1-2 veces al día.
  • Los antihistamínicos tópicos, en cambio, ya no se utilizan, porque pueden desencadenar reacciones de fotosensibilidad, sobre todo en niños.
  • En caso de personas extremadamente sensibles, si se presenta una reacción anafiláctica (asma, dificultad para respirar, edema…) hay que acudir inmediatamente a un centro médico.
  • Si se infectara la picadura por el rascado, el médico podría prescribir un antibiótico tópico.
  • En la farmacia podrás adquirir también productos para el alivio del picor: suelen contener activos calmantes y refrescantes, con extractos naturales o calamina.
  • Los remedios “de la abuela” como el bicarbonato y el vinagre probablemente no ayuden en nada.
Espero que estos consejos te sean de utilidad y que sigas disfrutando de un verano libre de nuestros pequeños enemigos!

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