La ciudad poco a poco va recuperando su ritmo en estos días: más personas andando por las calles, las horas punta empiezan a congestionarse de tráfico… Efectivamente las vacaciones se acaban y la vuelta a la rutina es inminente. Este hecho que puede suponer un estrés para algunos (aunque también un alivio para otros) puede provocar algunas alteraciones en la salud que pueden evitarse siguiendo unos sencillos consejos. Vamos a verlos…

Como hemos dicho cada vez son más las personas a las que la vuelta a la rutina supone una situación no deseada que les puede acarrear algunos problemas.
  • Insomnio: En vacaciones los horarios de nuestras actividades diarias suelen relajarse; normalmente nos acostamos más tarde de lo habitual y nos levantamos también más tarde. Por esta razón es recomendable ir cambiando progresivamente esta dinámica en los días previos a la incorporación al trabajo. Es aconsejable asimismo evitar el consumo de sustancias excitantes o estimulantes que lleven cafeína, guaraná, cola… en las horas previas a irse a dormir, ya que también pueden impedirnos el quedarnos dormidos. Ayuda bastante realizar alguna actividad relajante antes del momento de irnos a la cama: leer, escuchar música (poco movidita, claro)… y evitar realizar deporte o ejercicio físico intenso a últimas horas del día.
  • Cansancio: Si dormimos poco, estaremos cansados al día siguiente, claro está. Aunque también puede ser que hayamos tenido un sueño reparador pero que la dinámica diaria recién incorporada (trabajo, actividades diarias…) nos haga estar agotados. Para minimizar este problema, lo recomendable es tener la posibilidad de ir adaptándonos poco a poco a toda esta rutina para que poco a poco nos vayamos acostumbrando al trajín diario. De todas formas existen suplementos vitamínicos en tu farmacia que te pueden ayudar a sobrellevar esta situación.
  • Alteraciones del humor: Tristeza o ansiedad pueden aparecer en tu vida; para sobrellevarlo además de todo lo anteriormente dicho, es beneficioso el realizar algún ejercicio físico de forma habitual, realizar alguna actividad distinta de las obligaciones diarias que sea de nuestro agrado, y también tener una alimentación adecuada.
    En este punto conviene que nos detengamos.  La ALIMENTACIÓN es un capítulo de nuestra vida que debemos cuidar especialmente en un momento como es la incorporación a la rutina. Normalmente venimos de una temporada estival llena de excesos y de desórdenes alimenticios. El recuperar o iniciar hábitos de comida adecuados nos va a ayudar en todos los problemas comentados anteriormente. Y esto no consiste más que en tener una alimentación variada y equilibrada en productos tales como frutas, verduras, legumbres… Recuerda que en tu farmacia también pueden orientarte acerca de cómo llevar una alimentación saludable.

Y sin más, espero que tu vuelta a la rutina no sea muy traumática; siempre es esperanzador e ilusionante comenzar una nueva temporada, llenarla de objetivos y planes y trabajar poco a poco para lograr conseguirlos. ¡Ánimo!

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