Las estrías no son más que pequeñas (o no tan pequeñas) cicatrices localizadas en el interior de la piel (exactamente en la dermis), que se originan debido a un estiramiento brusco de la misma como consecuencia de un aumento de peso considerable en poco tiempo, por ejemplo debido al embarazo, o bien por determinadas situaciones patológicas o enfermedades.

Las estrías suelen aparecer en zonas como caderas, muslos, abdomen, mamas, glúteos… Aunque en realidad pueden aparecer en cualquier zona sometida a un estiramiento brusco.
Tratar las estrías que ya han aparecido es complicado, puesto que la cicatriz ya está formada; lo importante para abordarlas es la prevención, es decir, anticiparnos al cambio fisiológico que va a sufrir nuestro cuerpo y emplear productos específicos para evitar la aparición de las estrías. Estas previsiones son posibles por ejemplo en embarazadas, periodos de pubertad… Sin embargo, hay situaciones que son imprevisibles, como el aumento brusco de peso por una dieta inadecuada, ya que realmente, en la mayoría de las ocasiones, no nos damos cuenta del mismo.
Tenéis que tener claro que las estrías que son blancas difícilmente llegarán a desaparecer por mucho que apliquemos productos, pues es una cicatriz ya “cerrada”. Sin embargo si las estrías son rojizas sí que estaremos a tiempo de actuar, pues aun existe irrigación sanguínea dentro de la zona, lo que hace posible una correcta cicatrización.
Existe una creencia errónea sobre la utilidad de cualquier crema hidratante para la prevención de estrías; y nada más lejos de la realidad, pues la piel hay que hidratarla en profundidad para evitar la aparición de estrías, y no superficialmente como muchos productos hacen. Para conseguir este propósito, hay algunos activos que están presentes en muchos productos antiestrías por haber demostrado su eficacia en la prevención de las mismas. Entre estos componentes encontramos:
  • Centella asiática: aumenta la síntesis de colágeno y elastina, imprescindibles para una correcta cicatrización.
  • Rosa mosqueta: en forma de aceite también actúa como estimulante celular, además de ser nutritivo para la piel.
  • Vitamina E o tocoferol: tiene poder antioxidante e hidratante, lo que hace que mejore el aspecto de la piel.
Además de estos componentes, son muchos los ingredientes que pueden llevar los productos antiestrías; lo importante es que a cada persona que lo use le resulte cómodo de aplicar, que no resulte pringoso y que sea de absorción rápida.
En vuestra farmacia encontraréis multitud de productos destinados a la prevención y tratamiento de las estrías; son productos de aplicación tópica sobre la zona en la que hay o prevemos que puedan aparecer estrías, o allí donde hayan aparecido. Pedid consejo a vuestro farmacéutic@ si tenéis cualquier duda al respecto. Es importante con este tipo de productos ser constantes con la aplicación diaria, una o incluso dos veces al día si es posible.

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