Las Fiestas siguen avanzando y se acerca otro de los momentos claves de las mismas: Fin de Año. Es costumbre recibir el nuevo año al ritmo de las doce campanadas acompañadas de la ingesta de doce uvas. El origen de esta tradición se remonta a finales del siglo XIX y tiene varias versiones. Unos dicen que era costumbre de la clase alta madrileña el recibir el nuevo año con champán y uvas en sus casas, y que el pueblo llano empezó a acudir a la Puerta del Sol para irónicamente imitar a sus conciudadanos. Otra teoría defiende que en el año 1909 hubo un excedente en la cosecha de uvas y que los agricultores se encargaron de popularizar esta costumbre para no desperdiciarla. Fuera como fuese, la verdad es que actualmente la uva se convierte en estos días en un protagonista indiscutible en la mayoría de los hogares. Vamos a contarte un poco sobre ella…

La uva es una fruta de la que existe multitud de variedades, aunque básicamente se clasifican en uvas de mesa (que son las que comemos directamente) y en uvas viníferas (que son las que se utilizan para elaborar vino, mosto…).
Es una planta que, de forma tradicional, se ha utilizado en medicina por sus propiedades terapéuticas, y es que a través de diversos estudios se ha visto que presenta muchos beneficios para la salud:
• Tiene una gran actividad antioxidante, gracias a sustancias como el resveratrol (que se encuentra principalmente en las pepitas y hollejo –piel- de la uva). El proceso oxidativo en general afecta a todos los órganos de nuestro cuerpo, y se traduce en un envejecimiento que nos va afectando progresivamente. El consumo de uva de forma habitual puede ayudarnos a enlentecer este proceso.
• Por el contenido en fibra que presenta favorece nuestro tránsito intestinal por lo que se le considera un laxante suave (sobre todo si se consume entera, es decir, con las pepitas y la piel).
• Es rica en vitaminas, como el ácido fólico o la vitamina B6, lo que es importante por ejemplo en el caso de las mujeres embarazadas o que están planificando un embarazo (el ácido fólico es importante para prevenir posibles malformaciones del feto). Asimismo es rica en minerales como el potasio y el magnesio.
• Es muy beneficiosa para nuestra salud cardiovascular, tanto por la capacidad antioxidante que hemos comentado antes como por la capacidad que tiene para mejorar el funcionamiento de nuestro corazón y la circulación de la sangre por nuestros vasos sanguíneos. Esto se traduce en un buen mantenimiento de la presión arterial, entre otras cosas.
Es importante que tengamos en cuenta que esto no significa que la uva sea un medicamento, es decir, que si estamos tomando medicamentos prescritos por nuestro médico para algunos de estos problemas de salud que hemos comentado no vamos a dejarlos de tomar para devorar un racimo de uvas; en cambio sí que podemos incorporar esta fruta a nuestra dieta habitual para prevenir o ayudar a mantenernos saludables (sobre todo en estas fechas navideñas en las que nos encontramos sumergidos).
Esperamos que hayas tomado buena nota y que a partir de ahora mires con otros ojos esas doce uvas que tendrás entre tus manos la noche del 31 de diciembre.
¡Feliz Año Nuevo!

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