Aunque son el sustento de nuestro cuerpo y nuestro principal medio de transporte, a los pies no solemos prestarles la atención que se merecen hasta que nos duelen o nos molestan los zapatos. En esta entrada te ofrecemos 10 sencillas recomendaciones para mantenerlos saludables.

Los pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo y son nuestro medio básico de transporte. Aún así, no solemos prestarles la atención que se merecen hasta que nos duelen o nos molestan los zapatos. En esta entrada te ofrecemos 10 sencillas recomendaciones para mantenerlos saludables.
1. Una buena higiene es fundamental para evitar infecciones y mal olor
Los pies deben lavarse a diario con un jabón neutro y secarse muy bien, sobre todo entre los dedos, ya que la humedad favorece las infecciones por hongos como el pie de atleta. Usa calcetines transpirables y cámbialos a diario. Si te sudan mucho los pies, pide en tu farmacia un producto que absorba el exceso de humedad, o bien un antitranspirante, que reducirá la cantidad de sudor. También te podrán indicar desodorantes especialmente indicados para tratar el mal olor de los pies.
2. Los pies también necesitan hidratación
Después de la higiene diaria, aplícate una buena crema hidratante, sobre todo si tienes los pies muy secos y durante el verano. Insiste en la zona de los talones: ya sabes que tienden a resecarse, e incluso pueden llegar a agrietarse, lo cual puede causar dolor y abrir la puerta a infecciones. Los productos a base de urea son los más utilizados para este fin.
3. Corta las uñas rectas y no demasiado cortas
El corte recto de las uñas es esencial para que crezcan en la dirección correcta. Si se cortan redondeando los extremos, la uña tenderá a crecer hasta que sus bordes se entierren en la piel, dando lugar a lo que se conoce como uña encarnada, algo bastante doloroso y que requiere tratamiento por un podólogo.
En internet puedes encontrar muchos ejemplos de cómo hacer bien el corte, por ejemplo aquí o aquí.
4. De compras
Un buen ajuste del calzado es fundamental. Por la tarde es el mejor momento para comprar tus zapatos, cuando los pies están más hinchados.
Lo ideal es que el talón quede ajustado y que la puntera sea ancha para que los dedos se puedan expandir al pisar el suelo. Para elegir la talla, pruébate los zapatos de pie y ten en cuenta que debe quedar un espacio delante de los dedos de alrededor de 1 centímetro. Si tienes un pie más grande que el otro, escoge la talla que le quede bien al de mayor tamaño.
5. La altura: ni muy altos ni muy bajos
La altura ideal de los zapatos de uso diario es de 2-3 cm o, como mucho, 5 cm. Los tacones más altos provocan problemas de espalda; procura llevarlos el tiempo justo.
6. Asesórate para elegir calzado deportivo
Cada deporte requiere un tipo de calzado con unas características adaptadas a los movimientos que se van a realizar; no son iguales las zapatillas de correr que las de tenis o las de fútbol, por ejemplo. Los fisioterapeutas y podólogos recomiendan, además, elegir las zapatillas en función del tipo de pisada: pronadora, neutra o supinadora.
7. Usa sandalias o chanclas en piscinas y duchas comunes 
Las infecciones de los pies (hongos, verrugas plantares causadas por virus, etc.) se suelen transmitir por caminar descalzo en piscinas, duchas de gimnasios, baños de hoteles, etc. Procura llevar siempre algún tipo de calzado en estos lugares y, si ya tienes la infección, consulta los tratamientos disponibles en la farmacia o acude al médico o al podólogo.
8. Ejercicios para unos pies fuertes
Sobre todo si haces deporte, la debilidad de los músculos de los pies y de los tobillos puede dar lugar a multitud de lesiones. Existen ejercicios fáciles que puedes hacer en casa para fortalecerlos, como agarrar un lápiz con los dedos del pie, arrugar una toalla, etc. En este vídeo puedes ver varios ejemplos.
Una forma de empezar a fortalecer tus pies es caminar descalzo por la casa siempre que te sea posible. Además, activarás las sensaciones táctiles que tenemos adormecidas por el uso continuo de zapatos.
9. Presta especial atención a tus pies si tienes diabetes
El pie diabético es una de las complicaciones de la diabetes. Empieza con pérdida de sensibilidad y da lugar a úlceras que no curan y, en los casos más graves, gangrena de los tejidos y amputaciones.
En los pacientes diabéticos, cobran especial importancia la revisión diaria de los pies en busca de heridas, la higiene y el calzado amplio. Más adelante haremos un post dedicado exclusivamente al pie diabético.
10. Hazte revisiones periódicas
Los problemas en los pies como callos, juanetes, infecciones, verrugas, espolones, etc. pueden dejarte fuera de combate. Acude al podólogo para que te revise una vez al año y siempre que sea necesario.

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