Con la llegada del verano, llegan también las altas temperaturas, situación que puede influir en la salud de la población, especialmente en los pacientes que tienen algún tratamiento farmacológico, sobre todo si son ancianos y/o pacientes polimedicados.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, al igual que en años anteriores, ofrece información y establece recomendaciones para el periodo estival. Asimismo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de la Vocalía Nacional de Alimentación, ha lanzado la campaña 2019 para promover desde las farmacias una correcta hidratación en verano. Con toda esta información hemos elaborado el siguiente resumen sobre cómo las altas temperaturas pueden influir a aquellos pacientes que siguen determinados tratamientos:
1. Respecto de los tratamientos farmacológicos debemos tener en cuenta que determinados medicamentos pueden influir en el estado de hidratación del paciente.
Enumerando los principales grupos de medicamentos que son susceptibles de agravar la deshidratación están:
• Diuréticos: Su actividad farmacológica provoca un aumento tanto de la producción como de la eliminación de orina, pudiendo así desencadenar deshidratación y otras alteraciones delectrolíticas. Principalmente, son los diuréticos del asa como la furosemida, los tiazídicos y los diuréticos distales.
• Laxantes: Ya que pueden producir diarrea osmótica, especialmente aquellos que contienen sales de magnesio.
• Antiácidos: En menor medida que los laxantes, pero debido a que en algunos existe presencia de sales de magnesio también pueden provocar diarrea osmótica.
• Antibióticos: Ya que aumentan el riesgo de diarrea.
• Antiarrítmicos
Respecto a los medicamentos que pueden alterar la función renal están, principalmente:
• Antihipertensivos: IECA y ARA II, Empeora los efectos producidos por el calor debido a la alteración de la función renal además de aumentar el riesgo de hiperpotasemia.
• AINES: Incluyendo salicilatos cuando la dosis sea mayor de 500mg/dia
Medicamentos que presentan un perfil farmacocinético que se puede ver alterado ante una situación de deshidratación, bien a nivel de la distribución o bien porque se modifica su eliminación:
• Digoxina
• Algunos antidiabéticos orales
• Antiepilépticos: Sobre todo el Topiramato
Medicamentos que pueden impedir la pérdida calórica y/o pueden inducir a una hipertermia:
• Antidepresivos 
• Neurolépticos
• Antihistamínicos de primera generación
Otros medicamentos a tener en cuenta:
• Beta-bloqueantes (Porque limitan el aumento del gasto cardiaco)
• Benzodiacepinas (Alteración de la vigilia y de las facultades de defensa contra el calor)
Podemos considerar que los pacientes que toman este tipo de medicamentos, presentan un mayor riesgo de que su estado de salud se vea agravado por los efectos de una ola de calor (junto con ancianos, lactantes, niños, dependientes y crónicos). Desde el RICOFSE se recomienda lo siguiente:
  • Como medidas preventiva más importante e inmediata se considera establecer una vigilancia del estado general del paciente, estableciendo si son capaces por si solos de adoptar medidas preventivas. Si no fuera así, sería recomendable informar a familiares y cuidadores.
  • Dar a conocer los signos y síntomas de enfermedades causadas por el calor, así como el agravamiento que la toma de estos fármacos puede provocar.
  • Recomendar la ingesta de suficiente agua fresca (un vaso pequeño cada 15-20 minutos, en razón de la sudoración) incluso sin sed.
  • Se debe usar ropa ligera y transpirable, evitando la ropa apretada (p.ej.: algodón).
  • Tomar descansos frecuentes y cortos en lugares frescos y con sombra (que permitan que el cuerpo se refresque).
  • Hacer comidas frecuentes, frescas y ligeras.
  • Evitar cafeína y bebidas alcohólicas (estas bebidas hacen que el cuerpo pierda agua y aumente el riesgo de desarrollar enfermedades causadas por el calor).
Para terminar recordamos los siguientes consejos respecto al cuidado y almacenamiento de fármacos en olas de calor:
1. Medicamentos a conservar entre +2ºC y +8ºC 
Estos medicamentos se conservan generalmente en frigoríficos o en cámaras de frío. En caso de temperaturas externas elevadas, está recomendado utilizarlos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico.
2. Medicamentos a conservar a una temperatura inferior a 25ºC ó a 30°C 
Si se supera puntualmente (algunos días o algunas semanas) estas temperaturas no tienen consecuencia sobre la estabilidad o la calidad de estos medicamentos.
3. Casos especiales son las formas farmacéuticas específicas: Algunas formas farmacéuticas (supositorios, óvulos, cremas,…) son bastante sensibles a elevaciones de temperatura. En este caso, el problema no es el principio activo, sino la forma farmacéutica.
En estos casos, estableceremos un juicio de calidad de estos medicamentos después de la exposición al calor porque el aspecto del producto al abrirlo (aspecto normal y regular, supositorio no derretido, etc…) es el que indicará si el medicamento ha sufrido algún efecto derivado de su exposición a altas temperaturas o no.
Las condiciones especiales de conservación figuran en el envase de cada medicamento. Para terminar, recordar que todo medicamento cuya apariencia exterior se vea modificada no debe ser consumido.
Ante cualquier duda, sigue el consejo de tu farmacéutico.

Autor/es

Lourdes Pérez Barrientos
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Farmacéutica comunitaria. Miembro del grupo Adjúntate Envejecimiento activo del RICOFSE.