Si eres usuario habitual de lentes de contacto (de esos que no pueden vivir sin ellas y que preferirían quedarse en su casa antes que salir a la calle con sus gafas, normalmente de cristales gruesecitos) seguramente no te planteas el hecho de dejarlas de usar en verano o para ir a la piscina o a la playa; si esto es así tenemos algo que contarte. Sigue leyendo…

El uso de lentes de contacto ha supuesto una mejora en la calidad de vida de muchas personas. Algunos las usan de forma esporádica, bien sea porque están más cómodos con sus gafas o bien porque las dejan solo para ocasiones especiales por motivos estéticos. A estas personas, en principio, no les debe suponer entonces un gran problema el no usarlas en playas, piscinas… Pero otros no pueden vivir sin ellas (como decía al principio de este post):
  • Personas con altas graduaciones que han comprobado como su cara se transforma al abandonar esas gafas de “Mortadelo”.
  • Personas que practican deportes o actividades en las que el uso de las gafas puede ser incluso perjudicial en caso de que reciban un golpe en la cara.
  • O personas que simplemente las prefieren a las gafas.
El  calor, el sudor, la arena, el cloro… no son buenos aliados para nuestras lentillas, pero extremando las condiciones de conservación y mantenimiento de las mismas podremos seguir gozando de su compañía.
Así que, si estás decidido a seguir usando tus lentes de contacto, sigue estos consejos:
  • Extrema la limpieza en el manejo de las mismas: manos limpias con jabón, estuche limpio y lugar en el que te pongas a colocártelas también limpio.
  • Cambia todos los días la solución del estuche, y respeta el tiempo de validez de la misma una vez que se procede a la apertura de su envase. Es decir, una vez abierto el envase de la solución ésta puede usarse solo durante un tiempo determinado (normalmente 6 meses); este dato debe estar indicado en la caja de la solución que utilices.
  • Lleva siempre contigo el estuche; en caso de que tengas que quitarte las lentillas porque te haya entrado arena en el ojo o por cualquier causa, lo agradecerá.
  • Es preferible utilizar lentillas desechables diarias ya que minimizan el riesgo de posibles infecciones.
  • Si eres nadador, utiliza siempre gafas de natación, ya que así evitarás el contacto del agua con los ojos y las lentillas.
  • Si se te resecan los ojos, el uso de gotas humectantes (que sean compatibles con lentillas) te puede ayudar bastante. Tu farmacéutico te indicará sin problema alguno qué productos puedes utilizar para ello.
  • ¡Utiliza gafas de sol! Pero no cualesquiera (en esta entrada de nuestro blog te informamos acerca de este tema). El uso de gafas de sol para los usuarios de lentillas es doblemente importante: por un lado protegen de la luz solar pero por otro actuarán de barrera física para que en nuestros ojos no entre arena, polvo ni nos moleste el aire.
  • Las conjuntivitis están a la orden del día en esta época. En caso de padecerla sí que hay que abandonar por unos días el uso de las lentillas (qué le vamos a hacer…). Por ello más vale prevenir que curar.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda y que sigas disfrutando de la época estival de forma saludable.

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