En primavera y otoño observamos un repunte de los casos de alergia a los ácaros. De hecho, se estima que el 90% de las personas asmáticas están afectadas por esta sensibilización. En el post de esta semana resolvemos las cuestiones fundamentales en torno a la alergia a los ácaros, su tratamiento y cómo podemos reducir su incidencia.

1. ¿Qué son los ácaros del polvo?

Los ácaros son animales pertenecientes a una subclase de arácnidos, emparentados con las arañas y las garrapatas. La mayoría son invisibles para el ojo humano; en concreto, los ácaros del polvo o domésticos alcanzan entre 0,2 y 0,5 milímetros de longitud. Los más frecuentes en el hogar, y responsables de la mayoría de las alergias, tienen nombres impronunciables como Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides farinae y Euroglyphus maynei.

2. ¿Dónde habitan los ácaros del polvo?

El polvo doméstico contiene multitud de partículas de diferente procedencia: escamas de piel humana o de animales, fibras de tejidos, microorganismos (bacterias, virus, hongos), pólenes, ácaros y otros restos orgánicos. ¡Hay cientos de ácaros por cada gramo de polvo!
El hábitat preferido de los ácaros son los colchones y la ropa de cama, almohadas y sofás. En estos lugares se dan las mejores condiciones para su desarrollo: temperatura elevada (entre 25-35ºC), humedad relativa también alta (50-75%) y su alimento favorito: la piel humana procedente de la descamación. También se pueden encontrar en alfombras, moquetas, cortinas, cojines o muñecos de peluche.

3. ¿Cuál es la causa de la alergia a los ácaros?

En realidad, los causantes de la alergia (alérgenos) no son los ácaros, sino sus heces, concretamente ciertas proteínas presente en las partículas fecales. Los síntomas se desencadenan tras la inhalación de estas partículas alergénicas.
Cualquier partícula orgánica del polvo doméstico es susceptible de causar alergia a personas sensibilizadas, aunque los ácaros son la principal fuente de alérgenos del polvo.

4. ¿Cuáles son los síntomas de la alergia a los ácaros?

Principalmente, los síntomas son rinitis (estornudos, picor y congestión nasal, rinorrea) y asma (opresión en el pecho, tos, sensación de ahogo). Los síntomas oculares son menos frecuentes.

5. ¿Qué medidas son eficaces para reducir su incidencia?

La evidencia sugiere que no se puede prevenir el que una persona sea alérgica, es decir, que se sensibilice frente a los ácaros. Sin embargo, sí podemos llevar a cabo ciertas prácticas de control ambiental en casa para disminuir la aparición de los síntomas.
Estas medidas van encaminadas a reducir el número de ácaros y, en consecuencia, de las partículas alergénicas presentes en el hogar. Las que han demostrado ser más efectivas son:
– Eliminar, especialmente del dormitorio, todo lo que pueda atrapar polvo: alfombras, moquetas, peluches, cortinas, libros, etc.
– Los lugares oscuros, cerrados y con alta humedad ambiental son perfectos para el desarrollo de los ácaros. Procura ventilar las habitaciones y exponer a la luz solar varias veces al año las almohadas y los colchones. Los deshumidificadores también son recomendables.
– Las fundas antiácaros para colchones y almohadas son fundamentales. Son de poliéster tratado contra los ácaros (las fibras naturales, como la lana, acumulan mucha más cantidad de estos animales).
– Lavar con agua caliente (60ªC) toda la ropa de cama cada 7-14 días.
– Limpiar el polvo con paños húmedos y evitar que la persona afectada esté presente durante la limpieza (esperar al menos media hora). Si se utiliza aspiradora para colchones, sofás, etc., esta tiene que tener filtros HEPA especiales para retener ácaros. Si no es así, lo único que conseguiremos será esparcirlos por la casa.
– En la farmacia se pueden adquirir productos a base de acaricidas especialmente formulados para eliminar los ácaros de los tejidos.

6. ¿Cómo funcionan las vacunas frente a la alergia a los ácaros?

La inmunoterapia contra este tipo de alérgenos consiste en administrar, de forma controlada, dosis cada vez mayores de la sustancia causante de la alergia para conseguir que el sistema inmunitario los tolere progresivamente. Estas vacunas se deben administrar durante 3-5 años y existen presentaciones sublinguales o inyectadas. El alergólogo es quien debe considerar la aplicación de este tratamiento, una vez identificado el alérgeno mediante pruebas de sensibilización.

7. Y, cuando ya han aparecido los síntomas, ¿cuál es su tratamiento?

Como en los demás casos de alergia, el tratamiento consiste en administrar antihistamínicos, corticoides o broncodilatadores para el asma. Acude al médico para que te prescriba el tratamiento adecuado y consulta en tu farmacia sobre su utilización y sobre todas las medidas que puedes emplear para reducir los síntomas de tu alergia.

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