El embarazo es un período en el que la necesidad de determinados nutrientes se ve aumentada; en este post hablaremos concretamente del ácido fólico, ya que aunque la mayoría sabemos que debe tomarse durante este período, no todos conocen el motivo por el cual hay que hacerlo.

Lo primero que hay que saber es que no sólo hay que tomarlo durante el embarazo, sino desde el mismo momento en el que pensamos en la posibilidad de quedarnos  embarazadas. Y os preguntaréis: ¿por qué? Pues porque el ácido fólico interviene en el buen desarrollo del tubo neural, que ocurre alrededor de la tercera semana desde la concepción. Como en la mayoría de las ocasiones nos enteramos que estamos embarazadas con la primera falta de la regla, se supone que el tubo neural ya está cerrado cuando conocemos la noticia. De ahí que haya que tomarlo cuando comenzamos a planificar el embarazo.
Seguro que ahora os vienen determinadas preguntas a la cabeza:
  • ¿Qué es el tubo neural?
Pues el tubo neural no es más que la estructura del embrión a partir de la cual se originará el sistema nervioso central, es decir, el cerebro y la médula espinal.
  • Si no tomo ácido fólico, ¿mi bebé nacerá con este problema?
No necesariamente va a nacer con el problema, pero se ha demostrado que el ácido fólico previene hasta en un 70% defectos en el tubo neural del recién nacido.
  • ¿Y qué pasa si el desarrollo no es el correcto?
En este caso pueden ocurrir situaciones que os sonarán más, como la conocida espina bífida; pero no es la única consecuencia del mal desarrollo del tubo neural; también puede originar anencefalia y encefalocele, que dicho grosso modo, consisten en un desarrollo anormal del cerebro.
  • ¿La falta de ingesta de ácido fólico puede originar otras patologías?
No. No está demostrado que la falta de ingesta de ácido fólico esté relacionada con otras patologías congénitas.
  • ¿Puedo asegurar una ingesta suficiente de ácido fólico a base de una dieta adecuada?
Desde los organismos sanitarios se aconseja la ingesta de 400 mcg/día de ácido fólico (0,4 mg/día) entre uno y 3 meses antes de quedarse embarazada. Una dieta rica en ácido fólico sería aquella en la que aumentamos la ingesta de vegetales de hoja verde (espinacas o col rizada), legumbres, naranja y frutos secos por ejemplo. Sin embargo es difícil asegurar que estamos cubriendo las necesidades mínimas, por lo que se aconseja la ingesta independiente de ácido fólico mediante la administración del mismo como componente único o a través de complementos vitamínicos específicos del embarazo que aportan dicha cantidad, y que encontrarás en tu farmacia.
  • ¿Hasta cuándo debo tomarlo?
Pues mínimo hasta cumplido el primer trimestre, aunque de forma general se recomienda tomarlo durante todo el periodo de embarazo.
No sólo tendremos que tener precaución con el ácido fólico; también es fundamental la ingesta de otros nutrientes como por ejemplo el yodo, pero este tema lo trataremos en otro post.

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